Viajar a Roma es viajar por la historia. De hecho, allí están los Museos Capitalinos, los más antiguos del mundo. La Ciudad del Vaticano y su preciada Capilla Sixtina son otras de las visitas obligadas para los viajeros que llegan a Roma, al igual que el Coliseo. Pero la llamada “Ciudad eterna” no solo impresiona por fuera. El subsuelo romano alberga miles de tumbas en las más de 60 catacumbas que esconde. Además, cerca de la ciudad se encuentran parajes únicos, como el Jardín de Ninfa. Por eso es recomendable alquilar un coche en el Aeropuerto de Roma-Ciampino, que se ubica a 15 kilómetros del centro, y después poder hacer excursiones como ésta.
En Roma podrá sentirse como un gladiador visitando el Coliseo y los foros romanos. Aunque también podrá ver cómo enterraban a los primeros cristianos mientras recorre alguna de las cinco catacumbas abiertas al público. Le aconsejamos, además, visitar los Museos Capitalinos, que datan del año 1471 y que albergan, por ejemplo, la estatua de bronce de Marco Aurelio. Si alquila un coche en el Aeropuerto de Roma-Ciampino al inicio de su viaje podrá llegar fácilmente hasta El Vaticano, con la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina, así como recorrer los 40 kilómetros que separan Roma del Jardín de Ninfa. Creado sobre las ruinas de una ciudad medieval, dicen que es el jardín más romántico del mundo.