A la hora de organizar tu viaje en coche por Palermo, no olvides que debes llevar toda la documentación en regla, tanto la del vehículo, como el seguro y tu licencia de conducir. Recuerda también que las autopistas italianas tienen muchos peajes y que se pagan cuando tomes la salida.
Tras alquilar un coche en el Aeropuerto de Palermo, puedes llegar al centro de la ciudad a través de la carretera A29/E90 y tomar la salida de la autopista ‘Svincolo Rosario di Salvo’. Si no hay mucho tráfico, llegarás en unos 30 minutos.
Una vez en Palermo, puedes conocer el antiguo corazón de la ciudad recorriendo la Piazza Marina, en el barrio de Kalsa. Antaño fue sede de la Corte aragonesa y de los Tribunales de la Inquisición, así como escenario de torneos, teatros, mercados y hasta ejecuciones. Aquí, además, se encuentra el Jardín Garibaldi con el árbol más antiguo de Palermo, de 150 años y 25 metros de altura.
A unos cinco minutos de aquí, te espera el Museo Internacional de la Marioneta , con más de 3.000 piezas. Otra opción es que te adentres en el mercado de la Vucciria, que se celebra cada día en las callejuelas entre la Via Roma, Plaza de San Domenico y Corso Vittorio.
La Fontana Pretoria, en la plaza del mismo nombre, es otro lugar que vale la pena visitar. Entre sus numerosas estatuas encontramos criaturas mitológicas, monstruos, tritones, sirenas y las alegorías de los cuatro ríos de Palermo.
Por supuesto, tu visita a Palermo debe incluir una parada en el Palacio Real, también conocido como el Palacio de los Normandos y al que puedes ir en coche. En su interior podrás ver el monumento más importante del estilo árabe-normando: la Capilla Palatina. Desde aquí puedes conducir en dirección a la costa para llegar a la majestuosa Catedral de Palermo en honor a Nuestra Señora de la Asunción. El templo original es del siglo XII, aunque actualmente constituye una amalgama de estilos arquitectónico.
Y a las afueras de Palermo te espera uno de los lugares más grotescos y macabros de Sicilia pero que, por eso, es también muy atractivo: la Catacumba de los Capuchinos. Aquí se exhiben los cadáveres de unas 8.000 personas. Se trata de un lugar único. A finales del XVI, el “privilegio” de estar en esta catacumba lo tenían solo los monjes capuchinos del convento, pero con el paso del tiempo cualquiera con dinero suficiente podía comprar un hueco donde inmortalizarse. Con uno de nuestros coches, podrás visitarlo fácilmente.