A la hora de organizar tu viaje por Dublín lo primero que deberías hacer es comprobar si viajas en marzo, en concreto, si vas a estar en la ciudad el día 17. Es una fecha casi sagrada para los irlandeses, ya que se celebra San Patricio, el patrón de Irlanda y es cuando la ciudad muestra su cara más festiva.
Lo cierto es que podrás comprobarlo en cualquiera de los muchos pubs que hay en Dublín, si bien la zona más recomendable es Temple Bar, repleta de bares, de irlandeses y de turistas.
La fábrica de Guinness
Pero Dublín ofrece mucho más que la festividad de San Patricio. Y si la visitas atraído por su cerveza, en cualquier época del año puedes recorrer la fábrica de Guinness, uno de los lugares más famosos de la ciudad. Cuenta con 7 plantas y visitarla conlleva conocer la historia de la marca y una refrescante recompensa. Al finalizar la visita, te esperan unas espectaculares vistas de Dublín.
Castillo de Dublín
También conseguirás unas bonitas vistas de la ciudad en la siguiente parada de la ruta: el Castillo de Dublín. Construido sobre 44.000 metros cuadrados, esta fortaleza incluye dos museos, dos jardines,un centro internacional de conferencias, edificios de oficinas y departamentos de estado, además de las famosas bóvedas medievales.
Para no perderte, puedes realizar una visita guiada. Y si te gustan las bibliotecas, en el Castillo de Dublín encontrarás la Chester Beatty, con manuscritos y piezas de Asia, Oriente Medio, el Norte de África y Europa.
Catedral de San Patricio
Otro de los lugares clave de la ciudad es la Catedral de San Patricio. Según la tradición cristiana, en este templo gótico era donde el santo bautizaba a los que se convertían al cristianismo. Es, además, la iglesia más grande de Irlanda.
Catedral de la Santísima Trinidad
Otra opción es que visites la Catedral de la Santísima Trinidad, la más antigua de la ciudad. Fue construida en 1028 y, según la leyenda, tiene dos huéspedes muy conocidos: un ratón y un gato. Popularmente se les conoce como “Tom y Jerry” y te animamos a buscarlos.
Ha’penny Bridge
El río que pasa por Dublín y que llega al puerto, el río Liffey, es otro de los símbolos de la ciudad. Puedes pasear por la orilla y cruzar el puente Ha’penny o, dicho en español, “el puente del Medio Penique”. Debe su nombre a que antiguamente había que pagar esa cantidad para llegar a la otra orilla y disfrutar del paisaje.
La cárcel de Kilmainham
También deberías visitar la cárcel de Kilmainham, reconvertida hoy en museo. En ella se han grabado películas tan conocidas como “En el nombre del padre”. Y si te gustan los parques, Dublín es la ciudad perfecta. Alberga, por ejemplo, unos hermosos Jardines Botánicos, el Parque Fénix, que es el parque urbano más grande de Europa, y el parque Saint Stephen, un pulmón verde en pleno centro.
Malahide
Por último, ya que dispones de un coche de alquiler, puedes conocer también otros lugares cercanos a Dublín. Te proponemos la pequeña población de Malahide. Aquí te espera un impresionante castillo con tranquilos y enormes jardines para desconectar.