La Catedral de Burdeos
Empezamos por uno de los edificios más bonitos de la ciudad. La Catedral de Burdeos es un espectacular edificio de estilo gótico pese a su origen románico. Del siglo XI solo quedan los muros interiores originales de la nave principal. El resto fue reconstruido entre el siglo XII y el siglo XVI, aunque sufrió daños durante la Revolución Francesa. No te querrás perder las vistas desde lo alto de la torre Pey Berland.
La Rue Sainte-Catherine
Conectando el Gran Teatro y la Plaza de la Victoria, la calle Sainte-Catherine es el punto neurálgico para los aficionados a las compras. Se trata de la calle comercial peatonal más larga de toda Europa, lo que también significa que es una de las más transitadas. Pero si no te importa el ruido y la acumulación de gente, te sentirás como en casa entre tantos compradores. Si este no es el caso, deberías evitarla sobre todo en febrero y julio.
La Grosse Cloche y la Porte Cailhau
La ciudad medieval de Bordeaux todavía sigue presente. Uno de sus emblemas es la Grisse Cloche, el campanario del antiguo ayuntamiento cuya campana solo repica durante las celebraciones del Día Nacional de Francia. Por otro lado tenemos la Porte Cailhau, elemento clave de las antiguas murallas que protegían la ciudad. Se construyó para celebrar la victoria de Carlos VIII de Francia en la Batalla de Fornovo.
La Place de la Bourse
Burdeos se liberó de las murallas medievales con la construcción de la Place de la Bourse, o Plaza de la Bolsa en español. Su creación fecha entre 1730 y 1775, y su diseño fue obra del arquitecto real Angel-Jacques Gabriel. Si la visitas, no olvides echar un vistazo a los mascarones de los edificios, que reflejan tanto la mitología clásica como la historia de la ciudad. También párate a contemplar el espejo de agua, el más grande del mundo.
La Place des Quinconces
Otra plaza que no puedes perderte es la Place des Quinconces, aunque solo sea por el magnífico monumento a los Girondinos, víctimas de la Revolución Francesa. Tampoco debes perderte las otras esculturas que decoran la plaza, que representan el triunfo de la República, la Concordia, la Tribuna, la Historia, la Elocuencia, la Felicidad… Con un poco de suerte, tu visita coincidirá con uno de los eventos que se organizan allí durante todo el año.
La Cité du Vin
A los amantes del buen vino les puede interesar esta curiosa instalación situada en la orilla del río Garona. El edificio, de 3.000 metros cuadrados, ofrece una parada obligatoria para todos aquellos que quieran aprender sobre la historia de la bebida más popular de Francia, así como sobre su proceso de elaboración.
Viñedos de Saint-Émilion
No podíamos finalizar esta guía sin una ruta por los mejores viñedos de Burdeos. Nuestra recomendación es visitar la pequeña ciudad de Saint-Émilion, especialmente conocida por el vino que lleva su nombre. Además de pasear por sus callejuelas con encanto, no debes perderte las bodegas del Château Ausone y el Château Cheval Blanc, dos de los mejores vinos tintos que se elaboran en la región.