Quienes han tenido la oportunidad de ver una aurora boreal aseguran que es imposible imaginar mayor belleza. Sólo por eso ya merece la pena viajar a Finlandia, uno de los países donde más se puede disfrutar de este fenómeno mágico. Pero es que, además, este país nórdico ofrece al turista la opción de navegar por más de mil lagos, visitar alguna de las más de 5.600 islas del archipiélago de Kvarken o pedir en persona al mismísimo Santa Claus los regalos para la próxima Navidad. Nuestro consejo es alquilar un coche en Finlandia, en la misma Helsinki, y tras conocer la vida en la capital, tomar la carretera para conocer el resto del país.
Helsinki, primera parada del viaje, cuenta con una espectacular arquitectura. En concreto, alrededor de la Plaza del Senado hay un conjunto de edificios de estilos sueco, ruso y finés que resumen la historia de la ciudad. Sus muchos parques y bosques le harán sentir en medio de la naturaleza. Un paseo por el parque de la bahía de Töölö es imprescindible. De ahí le recomendamos que alquile un coche para ir hasta la región de los Mil Lagos donde, desde la torre Puijo en la ciudad de Kuopio, se divisan parte de las colinas y los lagos que dan nombre a esta zona del país. El viaje sólo puede terminar en Laponia, la región más septentrional del continente, donde le esperan las más espectaculares auroras boreales y el mismísimo Santa Claus.
Conducir por Finlandia no es difícil aunque la dureza del clima en invierno hace que pueda resultar peligroso hacerlo en esta época del año. Por ley, es obligatorio llevar neumáticos para la nieve de diciembre a febrero y que los faros deben estar encendidos en todo momento. También se recomienda llevar un calefactor para el motor, por si acaso las bajas temperaturas lo congelaran. Por último, siempre se debe estar alerta ante la posibilidad de cruzarte con renos o alces, ya que suelen adentrarse en las carreteras, especialmente, al anochecer. Y sobre todo los días de Navidad, cuando viajan tanto con Santa Claus…