Alquiler de Coches Londres

Para conducir en el Reino Unido debes llevar los documentos de tu vehículo: credencial de identificación, certificado del seguro y licencia de conducir. Recuerda que se conduce por el lado izquierdo y se adelanta por el lado derecho. En las intersecciones, observa siempre el indicador de prioridad; te servirá de ayuda. También te puede resultar extraña la distribución de la palanca de cambios, pues está al lado contrario. Pero es cuestión de práctica. Presta un poco de atención y te habituarás rápidamente.

A diferencia de España, la edad mínima para conducir en este país es de 17 años. En zonas urbanas, el límite de velocidad es de 48 km/h, mientras que en las autovías es de 112 km/h. Ten en cuenta que allí se utilizan las millas y no los kilómetros, tanto en el cuentakilómetros del vehículo como en las señales, una guía con las conversiones te será proporcionada cuando alquiles un coche.

Por otro lado, dado el tamaño de Londres, te vendrá muy bien contar con un coche de alquiler, especialmente para moverte por los distritos más alejados. Recuerda que para circular por el centro, los conductores deben pagar una tarifa de congestión. El objetivo es reducir el volumen de tráfico en esta zona de Londres, famosa por sus atascos. Por eso, no te recomendamos conducir por el centro, pero sí por el resto de la ciudad y alrededores.

Londres cuenta con una completa red de carreteras: la circunvalación interior (que rodea el centro), las carreteras circulares norte y sur y la autopista de circunvalación M25 rodean toda el área urbana y están intercomunicadas por varias carreteras radiales.  La M25 es la carretera de circunvalación más larga con casi 196 km. Y Londres cuenta además con las carreteras A1 y M1 que la conectan con Edimburgo, Leeds y Newcastle. A la hora de aparcar, presta atención a las líneas rojas y amarillas sobre la calzada.

A la hora de visitar la capital londinense, son muchos los lugares emblemáticos que deberías incluir en tu ruta.

Torre de Londres

La Torre de Londres es uno de ellos. Situada al sureste de la ciudad y en la ribera del Támesis, durante 900 años fue considerada la “torre del terror”, ya que en ella eran encerrados todos aquellos que ofendían al monarca. Contiene las Joyas de la Corona, protegidas por los alabarderos y es Patrimonio de la Humanidad.

Palacio de Buckingham

Ya que mencionamos patrimonio real, también deberías visitar el Palacio de Buckingham, una de las residencias oficiales de la reina. Eso sí, ten en cuenta que para los turistas está únicamente abierto en verano.

London Eye

Otra de las atracciones míticas es el London Eye, el ojo de Londres. Súbete a esta noria de 135 metros de altura y tendrás las mejores vistas de la capital. Podrás ver desde las alturas la Catedral de St. Paul, otro de los monumentos emblemáticos. Seguro que su majestuosa cúpula te sorprende.

Palacio de Westminster

Muy cerca de la noria encontrarás el Palacio de Westminster, también conocido como las Casas del Parlamento. En este edificio gótico victoriano se ubica el parlamento británico y el símbolo más conocido de la ciudad: el Big Ben, la torre del reloj.

Abadía de Westminster

La siguiente parada que te proponemos desde aquí es la Abadía de Westminster, otra de las joyas de la ciudad. Prepárate para recorrer este templo, el más antiguo de Londres, y viajar al pasado. Consagrada en el 1605, esta abadía ha sido sede de las coronaciones y bodas reales y acoge las tumbas de los monarcas y figuras históricas británicas de los últimos mil años.

Piccadilly Circus

En pleno centro de la ciudad se encuentra la plaza Piccadilly Circus, el lugar elegido por muchos londinenses y turistas como punto de encuentro gracias a su situación privilegiada y a la gran oferta de ocio que existe en la zona. La reconocerás fácilmente por sus carteles luminosos y la fuente de Eros. Muy cerca de aquí, además, se encuentran otros lugares de interés, como la conocida Trafalgar Square, y museos tan prestigiosos como la National Gallery y, justo detrás, la Galería Nacional de Retratos. No olvides que Chinatown, uno de los barrios londinenses más conocidos, también está muy cerca de aquí.