Palma, más allá de las playas

Page author

por Lucia - 07 May 2015

Mallorca es la más grande de las Islas Baleares y uno de los mayores destinos turísticos de España, al igual que su capital, Palma. Su principal atractivo es, sin duda, el clima. Pocos lugares pueden presumir de una temperatura media anual cercana a los 18 grados. Y si a ello sumamos cristalinas playas, no es de extrañar que sea el lugar favorito de muchos turistas para disfrutar de sus vacaciones.

Pero Palma tiene más que ofrecer aparte de sol y playa. Busca convertirse en un Destino Turístico Inteligente y, además, ha sido elegida como una de las mejores ciudades del mundo para vivir, por delante incluso de Toronto o Berlín. El motivo, además del clima y de las playas urbanas, es que “lo tiene todo” y “de manera accesible”, sin olvidar que es “la puerta de entrada a la bella, sofisticada y encantadora isla de Mallorca”.

Y es que quienes la conocen bien saben que viajar a Palma significa más que deleitarse con sus playas y suaves temperaturas. El casco antiguo, por ejemplo, es otra de sus joyas. Sus callejuelas albergan los principales monumentos de la ciudad, como la catedral, La Seu o el Palacio Real de Almudaina, y resumen las diferentes culturas que lo han habitado a lo largo de su historia. El animado barrio de Santa Catalina, con su colorido mercado, o el puerto pesquero, ideal para disfrutar de deportes náuticos, son otras de las visitas obligadas.

El sabor de Palma es también inolvidable. La gastronomía mallorquina refleja la cultura y la historia de la isla y de sus pobladores, tan variada como los numerosos platos típicos que posee. La ensaimada y la sobrasada son los más populares, pero os recomendamos saborear otros manjares como las sopas mallorquinas, la leche de almendras, el licor de hierbas o “el Palo”, un aperitivo muy peculiar.

Así podréis reponer fuerzas para continuar conociendo la isla y todos sus secretos. Alquilar un coche en el aeropuerto de Palma de Mallorca os permitirá conocer otras ciudades, pueblos y rincones espectaculares. A menos de 30 kilómetros, se encuentra Andratx, con preciosas calas, un lujoso puerto y el islote de Sa Dragonera. Está al sur de la Sierra de Tramuntana, cerca del municipio de Valldemossa, en cuyo monasterio cartujo se hospedaron poetas y compositores ilustres como Chopin. Otra opción es el atractivo pueblo de Sóller, a media hora en coche desde el aeropuerto. Es un lugar famoso por sus huertos de naranjos y sus olivos milenarios. Aromas y colores que también forman parten del paisaje mallorquín.