Si no conoces Cádiz, no deberías esperar mucho más para visitarla. La capital gaditana es una de las joyas de Andalucía. Conocida con el sobrenombre de “tacita de plata”, Cádiz puede presumir de historia. No en vano, es la ciudad más antigua de Occidente.
Seguro que también conoces su carnaval, considerado Fiesta de Interés Turístico Internacional, o su deliciosa gastronomía, con la tortillita de camarones, el cazón en adobo o la sopa de grazalema como algunos de sus platos estrella. Pero Cádiz es mucho más. A continuación te proponemos una ruta para enamorarte de la capital gaditana.
El Casco Antiguo y la Torre de Tavira
Comienza tu periplo por la ciudad de Cádiz recorriendo despacio las calles y plazas del casco antiguo. Inspira aire y notarás que huele a mar. Y si quieres verlo, te recomendamos subir a la Torre de Tavira. Es una de las 129 torres miradores de la ciudad.
La de Tavira es la más alta, con 45 metros de altura. Fue construida en el siglo XVIII y alberga, además, la Cámara Oscura, una de las atracciones turísticas más simbólicas. Te animamos a subir hasta arriba para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.
El Museo de Cádiz
Si te apasiona la historia, la siguiente parada de la ruta debería ser el Museo de Cádiz. Es un espacio inmejorable para conocer el pasado de la provincia gaditana. Aquí podrás ver dos sarcófagos fenicios, estatuas romanas y bellas pinturas de famosos artistas andaluces como Zurbarán o Murillo.
La plaza de Topete
Otro de los lugares con más encanto de la capital gaditana es la plaza de Topete, popularmente conocida como plaza de las Flores. La reconocerás fácilmente tanto con la vista como con el olfato. Y es que este popular enclave se caracteriza porque su parte central está repleta de vistosos puestos de flores.
Se sitúa al lado de la plaza de la Libertad, donde se realizan buena parte de las actuaciones callejeras del carnaval, por lo que durante las fiestas, este lugar está todavía más animado.
La Catedral de Cádiz
La Catedral de Cádiz es otro de los lugares que te enamorarán. Pocas ciudades pueden decir que han tenido dos catedrales. La primera se quemó en 1596, por lo que fue necesario construir otra. El templo actual comenzó a construirse en 1776 y tardó 116 años en ser terminado.
Fue diseñada por el arquitecto Vicente Acero, quien apostó por una catedral innovadora para la época, ya que supo darle un aire de originalidad al conjugar la tradición arquitectónica española con las formas barrocas procedentes de Italia.
El Parque Genovés
¿Y qué te parecería perderte por un jardín de las delicias? Es el nombre popular con el que se conocer el Parque Genovés, la zona verde más importante de la ciudad. Lo encontrarás junto al casco histórico. Fue fundado en el siglo XIX y es uno de los lugares más relajantes y hermosos para pasear en la capital de Cádiz. Cuenta con una gran variedad de árboles y plantas traídas de las Américas cuando Cádiz era una ciudad de comerciantes.
Vejer de la Frontera
Si dispones de más tiempo, te proponemos alquilar un coche en Cádiz para seguir disfrutando del turismo y visitar otros pueblos de la provincia. Por ejemplo, a poco más de 50 kilómetros de la capital, junto al mar y sobre un pequeño monte te espera Vejer de la Frontera. Muchos dicen que es el pueblo blanco más bonito de Andalucía.
Puerto de Santa María
Otro de los rincones gaditanos más hermosos lo encontrarás en la Bahía de Cádiz. Nos referimos a El Puerto de Santa María. Se la conoce como “La ciudad de los cien palacios”. Así que prepárate para recorrerlos todos. Los aficionados a la literatura la conocen también por ser la cuna de Rafael Alberti, una de las figuras centrales de la Generación del 27.
Otro de sus atractivos son sus playas, idóneas para las actividades náuticas. Y, como curiosidad, te contamos que fue aquí, en El Puerto de Santa María, donde nació el popular Toro de Osborne que acompaña a todos los viajeros en las carreteras.
Caños de Meca
El último de los pueblos de Cádiz que te proponemos en esta ruta es Caños de Meca, en el término municipal de Barbate. Debe su nombre a la gran cantidad de chorros de agua dulce que emanan sus acantilados. Caños de Meca es solo una pequeña calle de casas bajas situadas encima de un acantilado y eso, precisamente, es lo que lo convierte en un lugar único.
En la década de los 60 fue un lugar de encuentro para los hippies. Hoy sigue siendo un sitio perfecto para disfrutar de la tranquilidad que ofrecen sus playas infinitas y naturalistas, de aguas cristalinas y de acantilados que poco a poco ganan terreno al mar. Aquí también encontrarás el Parque Natural de la Breña.
