La tarjeta de presentación de Irlanda es su capital: la cosmopolita y siempre alegre Dublín. Esta ciudad está ubicada en la costa Este del país y se encuentra atravesada por el río Liffey, que desemboca en la bahía de Dublín. Esta capital es mundialmente famosa por ser la cuna de importantes escritores como Samuel Beckett y James Joyce. Además de haber sido inmortalizada en la obra “Ulises”, fue declarada Ciudad Literaria por la UNESCO, pero la literatura no es lo único que engrandece a Dublín. Esta ciudad también es rica en historia, cultura y hermosos paisajes.
Dublín ofrece varios lugares desde los cuales se pueden apreciar maravillosas panorámicas, pero el más visitado es el Gravity Bar de la destilería Guinness. Apúntese a la visita guiada por el complejo y luego podrá disfrutar de este bar en las alturas. Desde este espacio circular ubicado en el séptimo piso podrá divisar la Catedral de San Patricio, la Iglesia de San Jorge, así como las estructuras más altas de la ciudad: el edificio Montevetro y la Torre Millennium.
Otro lugar que ofrece fantásticas vistas de la ciudad es el bar al aire libre del lujoso Hotel Marker ubicado en Grand Canal Square y a pocos pasos del río Liffey. Desde aquí podrá ver el singular y colorido Centro de Convenciones de Dublín y el impresionante estadio Aviva, entre otros íconos de la ciudad.
En una urbe con tantos puentes, un excelente lugar para admirar la belleza escénica de Dublín es el puente Matt Talbot, donde tendrá estupendas vistas del río, del monumento conmemorativo de la Gran Hambruna y de la Casa de Aduanas, el edificio neoclásico más famoso de la ciudad.
Alejándose un poco del centro de la capital irlandesa, pero sin dejar la bahía de Dublín, encontramos los encantadores pueblos de Killiney y Dalkey. Acérquese a la costa subiendo a la cima de la colina Killiney y contemple la montaña Sugar Loaf, la isla de Dalkey, las montañas de Wicklow y el mar de Irlanda en todo su esplendor. No olvide visitar el obelisco, las ruinas de una antigua iglesia y la Silla del Druida.
Alquilar un coche en Dublín le permitirá llegar al extremo Norte de la bahía, hasta Howth Head, un lugar con vistas espectaculares donde podrá deleitarse con el azul intenso del mar de Irlanda y el verde infinito que rodea la ciudad. Desde el pueblo costero de Howth podrá tomar un ferry hasta Ireland’s Eye, una isla deshabitada donde podrá visitar las ruinas de la Torre Martello y de una iglesia del siglo VIII.
Dublín es una ciudad muy turística no solo por sus atractivos históricos, culturales y arquitectónicos, sino también por sus paisajes y sus parques naturales. En esta ciudad podrá empaparse de cultura en el Museo Nacional y la Galería Nacional de Arte, pero también rodearse de naturaleza en el zoológico de Dublín y los Jardines Botánicos Nacionales.