El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha está de aniversario. Se cumplen 400 años de la muerte de su creador, Miguel de Cervantes. Es, por eso, un buen momento para recordar todas las aventuras que vivió este ilustre personaje y recorrer algunos de los lugares a los que se adentró con su fiel escudero Sancho Panza. Recorrieron Aragón y Cataluña, pero el principal escenario de sus historias fue Castilla-La Mancha. ¿Estás preparado para vencer a los molinos?
Si seguimos sus pasos por tierras manchegas, nos espera una ruta de 2.500 kilómetros. Don Qujiote la hizo a lomos de su caballo Rocinante, pero nosotros la podemos hacer sobre cuatro ruedas. Alquilar un coche nos permitirá conocer todos los rincones, hasta los más pintorescos, de los que se habla en la novela.
Y podemos empezar por Toledo, la capital de Castilla La Mancha y una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es aquí donde nació la historia del ingenioso hidalgo, donde se encuentra el manuscrito de Cidi Hamete Benengeli. Para admirar toda la belleza de la villa, te proponemos ir a las afueras, hasta del mirador del Valle. Recorre, también, el borde de su muralla, contemplando el río Tajo bajo sus puentes, el alcázar y la catedral. Pero antes de proseguir la ruta, disfruta de la gastronomía manchega y de platos como perdiz a la toledana o las populares carcamusas.
Desde Toledo puedes dirigirte a El Toboso, situado a hora y media en coche. De este pueblo era Aldonza Lorenzo, la dama que ocupaba el corazón del caballero Don Quijote y a quien decide llamar Dulcinea del Toboso para que sea mucho más romántico. Tras hacer una breve parada en esta villa y visitar también Belmonte, puedes conducir hasta San Clemente, en la provincia de Cuenca. Este pueblo es famoso por su Plaza Mayor y declarado conjunto histórico. Te proponemos que te dejes seducir por la monumentalidad de sus iglesias, palacios y casonas. Y, tal y como hicieron Don Quijote y Sancho Panza, detente en el camino y saborea una buena copa de vino.
Nuestra ruta del Quijote continúa en la provincia de Ciudad Real, en concreto, en Villanueva de los Infantes. Algunos expertos aseguran que aquí estaba la morada del hidalgo caballero y que, incluso, éste es el “lugar de la Mancha de cuyo nombre” no quiere acordarse el narrador cuando comienza el libro. La respuesta, sin embargo, solo la conoce Cervantes que, por ciento, también paseó por las calles de este ilustre pueblo.
Antes de proseguir, te recomendamos que pruebes las gachas y el pisto manchego, dos joyas para el paladar que te darán fuerzas para adentrarte por los campos de Calatrava y visitar localidades con encanto como Calzada de Calatrava y Aldea del Rey, donde encontrarás el histórico y bonito Sacro Convento-Castillo de Calatrava La Nueva, que también aparece en la novela. Aquí podrás degustar más manjares, como el gazpacho manchego, la caldereta de cordero y, por supuesto, un buen trozo de queso.
Obviamente, nuestro hidalgo más internacional recorrió muchos más lugares en busca de aventuras. Solo en Castilla-La Mancha pasó por 148 municipios. Te instamos a que nos cuentes cuál es tu lugar favorito de la ruta del Quijote. Y no dudes en alquilar un coche para organizar tu propio periplo. Eso sí, no os dejéis asustar por los gigantes de las tierras manchegas. Como Sancho Panza le explicaba a su señor, “aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento”.
