La Gomera, un ecosistema único

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por Lucia - 17 April 2015

La Gomera es un capricho para cualquier viajero. Considerada Reserva de la Biosfera desde el 2012, esta isla del archipiélago canario tiene un clima y un paisaje que la hacen especial. Está repleta microclimas y contrastes naturales, como barrancos, bosques, palmerales y aguas cristalinas. Es un destino mágico al que solo se puede llegar en avión o en barco desde Tenerife.

 

Su capital, San Sebastián de la Gomera, da la bienvenida a los visitantes con un casco histórico de más de 500 años de historia y lugares de leyenda, como el pozo donde se dice que Cristóbal Colón tomó el agua para bautizar el continente americano. Tras recorrerlo, podemos bañarnos en sus playas de arena negra o explorar los hermosos espacios naturales que rodean la ciudad, como el Monumento Natural de Los Roques o la Reserva Natural de Benchijigua.

 

Esta isla es un paraíso para recorrer despacio, sin prisas. Por ello es más que recomendable alquilar un coche en La Gomera y llegar a lugares tan espectaculares como el Parque Nacional de Garajonay, donde se encuentra el pico más alto, con 1.487 metros. Alberga, además, uno de los bosques de laurisilva más emblemáticos y su imagen, según los expertos, es la que presentaba el sur de Europa y el norte de África hace millones de años.

 

Nos dirigimos ahora hacia el pueblo de Vallehermoso porque cerca de allí encontraremos dos monumentos naturales únicos.  Podemos acceder hasta el  Roque Cano, un imponente monolito rocoso que nos acompaña en el horizonte desde cualquier parte de la isla. Es uno de los lugares más antiguos y simbólicos de La Gomera.

 

Al norte de Vallehermoso encontramos también Los Órganos, un impresionante acantilado de 700 metros de altura. Su peculiaridad es que sólo se ve completamente desde el mar. Por eso, son muchas las excursiones que se ofrecen para conseguir una estupenda vista panorámica. También son espectaculares las vistas desde el Castillo del mar, una fortaleza medieval situada en la costa norte que antaño fue el único embarcadero de plátanos de Europa. Desde aquí se puede observar el volcán del Teide.

 

Ya ves que el mar es todopoderoso en La Gomera. A lo largo de 90 kilómetros de costa, el viajero puede perderse por innumerables playas y solitarias calas situadas entre acantilados, de aguas cristalinas y arena negra. Seguro que encuentras la tuya a la vez que recorres pueblos como Agulo, Alajeró o Hermigua.

 

Sin duda, La Gomera es el destino perfecto para disfrutar de un entorno natural único. Su pequeño tamaño, además, permite explorar la isla a nuestro ritmo, sin prisas, con la brisa del mar como copiloto.