Guía turística por Tarraco. De vuelta a la época romana

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por Conrad - 22 August 2017

Todos los habitantes de la península ibérica han escuchado alguna vez el nombre de “Tarraco”, y la mayoría son capaces de identificar que éste se refiere a la provincia de Tarragona. El origen de Tarraco se remonta aproximadamente al año 218 a.C., cuando Cneo Cornelio Escipión puso el ojo en la ciudad que serviría como punto estratégico para conquistar la península.

El conocido Julio César la nombró colonia romana a mediados del siglo I a.C., y sería durante este periodo que empezarían a construirse algunos de sus clásicos edificios. Hoy en día, todavía se conservan algunas ruinas de lo que en su momento fue un imperio orgulloso e indestructible. Así que si eres aficionado a la historia y quieres hacer un viaje en el tiempo, acompáñanos a ver algunas de estas maravillas.

Anfiteatro romano

Lo primero que visitaremos en Tarragona es el anfiteatro romano, que fue durante el siglo II d.C el escenario de luchas entre gladiadores y animales, además de un espacio de ejecuciones. Estas son las ruinas mejor conservadas de la ciudad, pues se puede apreciar claramente la estructura del anfiteatro. Observando su erosionada grada, que sigue sorprendentemente en píe a pesar de los siglos, no resulta difícil visualizar cómo debieron ser las escenas ocurridas en la época.

Paseo Arqueológico 

Seguimos nuestra ruta por la Tarragona romana y nos movemos hacia el paseo arqueológico, delimitado por una gran muralla construida en el siglo II a.C.. De los 3.500 metro originarios, todavía existen 1.100 metro localizados en el casco antiguo de la urbe. En nuestra travesía, encontraremos paisajes dignos de admirar, compuestos por verdes jardines, la Torre del arzobispo y otras estructuras. Dichas murallas se consideran la construcción arquitectónica romana con más antigüedad fuera de las tierras italianas

Foro Romano


Tarragona Foro Romano

Ahora nos dirigimos al Foro romano, el punto céntrico de Tarraco. Alrededor de una inmensa plaza, los ciudadanos de la época realizaban sus actividades diarias en los edificios que la rodeaban (templos, tiendas…). En el siglo XIX el foro fue destrozado, por lo que en estos momentos lo único que queda en píe es la basílica. También se pueden observar algunos restos de tiendas y del templo capitolio. A pesar de lo pobre de estas últimas ruinas, es posible imaginar cómo debieron ser estos edificios gracias a ellas.

Museo Arqueológico de Tarragona 

Finalmente, nos queda visitar el Museo Arqueológico de Tarragona, creado en el siglo XIX. En él se pueden observar impresionantes restos romanos procedentes de la ciudad. Éstos pertenecen a un amplio número de objetos, como mosaicos, cerámicas o esculturas. Por último, recomendamos alquilar un coche con Hertz para ir de un punto a otro de la metrópoli, ya que así podrás visitar sin problema otros lugares más apartados, como el Puente del Diablo, el castillo de Tamarit y el municipio de Altafulla. Hertz te ofrece la posibilidad de alquilar tu vehículo rápidamente a través de internet.