Descansado y lleno de energía, me preparé para mi tercer y último día por el Mar Báltico. Después de desayunar en el hotel me dirigí en mi Ford Mustang a la Villa mit Sonnenhof. De camino descubrí una pequeña tienda de madera llamada Holzkunst nach Wunsch, y decidí hacer una parada para descansar.

En Holzkunst nach Wunsch, Mirko Quade utiliza una motosierra para tallar figuras, muebles y letreros con diferentes tipos de madera. Encontrarás piezas únicas, y la artesanía es realmente impresionante. La mejor forma de visitar la zona es en coche porque no hay ningún autobús o tren cerca.

El momento estelar de mi viaje llegó en mi visita a Villa mit Sonnenhof en el resort de Göhren. Los propietarios, Peter y Christina Knobloch, ofrecen una amplia selección de especias, vinagres, salsas, jamones y muchas otras delicias elaboradas con mucho amor y cuidado en la cocina de la granja. La Villa mit Sonnenhof acoge también un complejo de apartamentos vacacionales y una escuela de cocina. La villa construida en un estilo arquitectónico de resort, típico del Mar Báltico, está situada en el tranquilo y residencial distrito de la isla de Rügen.

Tras una breve parada en Am Wasser, un idílico restaurante en Alt Reddevitz, en la pequeña península de Mönchgut, me dirigí a Moccavino, el café situado justo enfrente. No pude resistir la tentanción de degustar otro trozo de delicioso pastel de crema antes de dirigirme a Rügener Senfmanufaktur en Garz donde elaboran una mostaza muy apreciada. La fábrica de mostaza también es conocida por su cerveza sin filtrar Rügener Knall Rülps Furz Bier– una bebida única elaborada con lúpulo, solo disponible aquí. Obviamente no perdí la oportunidad de probar esta cerveza tan peculiar así que compré una botella y algunas especialidades de mostaza.

Desde la isla de Rügen me dirigí a la ciudad Hanseática de Stralsund y al hotel de estilo romance Scheelehof situado en el centro de su casco viejo. Este histórico hotel de 4 estrellas impresiona con su conjunto de 5 edificios históricos, cada uno de un siglo diferente. Pasé mi última noche en el Mar Báltico en una de las 92 habitaciones únicas de este hotel, cada una de las cuales ofrece a sus huéspedes una experiencia diferente.

Para celebrar el final de mi viaje decidí darme un capricho y disfrutar nuevamente de una grata experiencia culinaria en el restaurante Speicher 8, situado en el puerto, un bello emplazamiento de la ciudad de Stralsund. Este restaurante ofrece una hospitalidad excelente y una amplia variedad de platos preparados con ingredientes regionales. Un excelente final para un día magnífico.

Después de un frugal desayuno empecé mi viaje de regreso hacia el Ruhr en mi Mustang deportivo.

Antes de llegar a mi destino, no pude resistir la tentación de desviarme de mi ruta para llegar a Sla fábrica de mazapán de Stralsund en Jungfernstieg donde el maestro pastelero confecciona especialidades de mazapán, a partir de ingredientes frescos, especialmente seleccionados, libres de conservantes. Con una amplia selección de dulces a la venta tuve problemas para no llenar mi maleta de delicias de mazapán. Una vez en mi Ford Mustang era momento de finalizar mi viaje.

La devolución de mi Ford Mustang fue rápida y sencilla, solo tuve que depositar las llaves en el lugar indicado. Al aparcar en el Aeropuerto de Dortmund tras 1.700 km a mis espaldas era el momento de decirle adiós a mi fiel compañero.