Llega el mes de septiembre y con él decimos adiós al verano, las vacaciones, el buen tiempo... Y existen pocas maneras mejores para despedirlo que disfrutando de la mágica luz de un buen atardecer. Las playas y miradores a las embaucadoras aguas del Mediterráneo, unidos al ambiente festivo y especial de esta isla única, hacen que en Mallorca se pueda disfrutar de algunos de los atardeceros más impresionantes de España. Por eso, miles de turistas apuran sus vacaciones allí con el objetivo, entre otros, de ver cómo se esconde el sol.
La isla está repleta de miradores desde los que disfrutar de unos atardeceres únicos. En la capital de la isla, Palma de Mallorca, el castillo de Bellver y sus vistas a la bahía de la ciudad es el mejor sitio desde el que deleitarse con las últimas luces del día. También en Palma, existe otra fortaleza, Es Baluard, desde donde los atardeceres se divisan desde una posición perfecta. El punto más septentrional de la isla, Formentor, es otro lugar inigualable ya que desde su Mirador de Mal Pas incluso se llega a divisar, en días claros, la vecina isla de Menorca. Estas vistas hacen que los ocasos allí sean una experiencia que ningún visitante debería perderse. En esta lista de miradores no podía faltar cualquiera de los que hay a partir de Sant Elm, en la parte oeste de la isla, ya que por su ubicación desde allí se puede ver al sol esconderse tras el mar Mediterráneo. Y, por último, especialmente misterioso es el atardecer en el Mirador de Ses Ánimes donde a la magia propia del ocaso del día se suma la de las leyendas que dan al lugar un nombre tan inquietante.
Para acudir a cualquiera de estos lugares es muy recomendable alquilar un coche en Mallorca, que también te servirá para acercarte a cualquiera de las fantásticas playas de la isla desde las que también se pueden observar unos atardeceres preciosos. Y es que ver el cielo teñirse de ese rojo que solo las últimas luces del día crean es especialmente romántico desde una playa paradisíaca. Una de las más habituales es Cala Tuent, en el norte de la isla, entre Pollença y Sóller y al pie del Puig Major, el pico más alto de Mallorca. Es una playa de arena y piedras rodeada de un paisaje muy arbolado de pinos y olivos que hacen que el atardecer allí sea diferente. La playa de Palma también es un buen lugar para deleitarse con el juego que hacen las luces del final del día con el perfil de la ciudad. Y, por supuesto, Playa Es Trenc, una de las más grandes de la isla es un lugar especial para ver el atardecer rodeado de más de seis kilómetros de arena.
Y si eres de los que cuando piensa en un atardecer perfecto se imagina haciéndolo con un exquisito cocktail en la mano, la isla te ofrece varias terrazas de ensueño en las que hacer tus sueños realidad. El Mood Beach, en Calvià, es uno de los lugares más concurridos. Una amplia terraza con vistas al mar, camas balinesas, una cuidada decoración y un trato personal… ¿qué más se puede pedir? También en Calvià, Las Terrazas Beach Club, en la famosa playa Illetas, es un lugar en el que podrás ver el atardecer al son de las sesiones de sus DJ´s residentes. Otro lugar emblemático es Purobeach Palma, en Can Pastilla. Este local ofrece una exclusiva carta de comida internacional y una terraza con vistas al mar provista de piscina y spa desde donde la experiencia de ver acabar el día es aún más relajante. Además, cuando ya se apague totalmente la luz del sol, Purobeach Palma ofrece algunas de las fiestas temáticas más divertidas de Mallorca.
Estas son los lugares más habituales desde los que contemplar el atardecer, pero la isla ofrece hacerlo desde otras opciones menos convencionales. Por ejemplo, las tranquilas aguas del Mediterráneo son una invitación para alquilar un bote, navegar mar adentro y observar cómo se acaba la jornada desde una perspectiva diferente. Si eres de los que te gusta un poco más de acción, se puede vivir una experiencia parecida, pero más activa, adentrándose mar adentro remando en un kayak. Así, no sólo disfrutaras del atardecer, sino que te convertirás en protagonista de la experiencia. También hay quienes aprovechan el final del día para acercarse hasta algunas de las islas e islotes cercanos a Mallorca y ver desde allí el atardecer. En concreto, es muy recomendable recorrer las once millas que separan Mallorca de la isla de Cabrera, la más pequeña de las Baleares, para vivir desde este Parque Nacional Marítimo Terrestre uno de los atardeceres más románticos que se puedan imaginar.