SS Great Britain
Sin duda, lo primero que debes ver en Brístol es el SS Great Britain, un impresionante trasatlántico que podemos encontrar en el dique seco de la ciudad. Muchos locales que conocen bien Brístol aconsejan visitarlo. Sugerimos que inviertas entre dos horas y todo un medio día en descubrir esta maravilla histórica.
El origen del SS Great Britain es, de por sí, alucinante. En 1845, cuando realizó su primer viaje hacia Nueva York, era considerada la mayor nave del mundo y la más avanzada en tecnología, con su casco de hierro y su propulsor de hélice. Seguidamente, se transformó en un clíper de vapor para inmigrantes e hizo más de 33 viajes de ida y vuelta a Australia. También transportó soldados durante distintas guerras, aunque acabó siendo usado como almacén flotante. En la década de los setenta fue rescatado y devuelto a su lugar de nacimiento, Brístol.
Como ya hemos mencionado, se encuentra en la zona céntrica del puerto, con lo cual, una vez terminada la visita, podrás recorrer sus animadas calles y su variada oferta gastronómica. Además, se trata de una zona con una particularidad especial: sus grafitis son reconocidos a nivel mundial.
El Museo M Shed y un paseo por el canal
Además del conocido barco museo, no deberías perder la oportunidad de pasear por el relajante canal del río Avon. Y no te olvides de parar a descansar en una de las muchas terrazas con vistas que podemos encontrar en la zona céntrica de Brístol, para así descubrir la gran oferta gastronómica que ofrece la ciudad. Finalmente, otro de los museos a destacar es el museo M Shed, dónde encontraras las mejores exhibiciones y colecciones.
Millenium Square
Al otro lado del canal encontrarás la Millenium Square, con sus juegos de agua y sus emblemáticas esculturas, como la Big Silver Ball (“gran bola de plata”), y parte de la colección del museo We The Curious, para todos aquellos los amantes de la ciencia. Además, no pierdas la oportunidad de cruzar el Pero’s Bridge, un bellísimo puente peatonal.
La Catedral de Brístol
Finalmente, otro lugar que no te puedes perder durante tu visita es la Catedral de Brístol, en el casco histórico de la ciudad. Se trata de una impresionante iglesia gótica repleta de arte medieval. La magnífica sala capitular es el vestigio de una primera versión del templo de la época románica.
Otros pueblos y ciudades cercanas
Además, aprovechando nuestro paso por la ciudad, hay muchas localidades con encanto que vale la pena visitar. Por ejemplo, a tan sólo 20 km, se encuentra la ciudad de Bath, que además de sus famosas termas también destaca por sus edificios históricos. Por otro lado, la ciudad de Glastonbury es sumamente recomendable para aquellos apasionados de la arquitectura y la historia. Se encuentra a 1 hora en coche, por la A39.
Otra visita obligatoria es Wells. Para muchos, esta es una de las ciudades más bellas de Inglaterra, además de ser la más pequeña. Sus preciosos jardines y su impresionante catedral no te dejarán indiferentes. Ahora bien, para llegar a Bradford on Avon, otra de nuestras recomendaciones, debes recorrer 45 kilómetros en coche. Este pueblo es una oportunidad de encontrarte con un sitio urbano sin igual, anclado a un valle. Allí encontrarás un gran número de tiendas típicamente inglesas, pubs y restaurantes.
Otras localidades del sudoeste de Inglaterra que no te puedes perder son Frome, Gloucester y Castle Combe.