Una vez en Palermo, es el momento de disfrutar de esta ciudad milenaria y de perderse por su trazado poco regular donde hasta las vías más importantes puede que te parezcan estrechas. Todo forma parte de su encanto. Para recorrer el corazón de Palermo, te recomendamos estacionar el coche y hacerlo a pie.
Deberías ver la Piazza Marina, en el barrio de Kalsa. Antaño fue sede de la Corte aragonesa y de los Tribunales de la Inquisición, así como escenario de torneos, teatros, mercados y hasta ejecuciones. Aquí, además, se encuentra el Jardín Garibaldi con el árbol más antiguo de Palermo, de 150 años y 25 metros de altura.
Palacio Real
Una de las visitas obligadas es el Palacio Real, también conocido como el Palacio de los Normandos, que alberga en su interior el monumento más importante del estilo árabe-normando: la Capilla Palatina. Para muchos representa el mejor ejemplo del estilo denominado árabe-normando-bizantino que predominó en la Sicilia del siglo XII. Muévete ahora en dirección al mar a lo largo de la Via Vittorio Emanuele y encontrarás la majestuosa Catedral de Palermo. Fíjate bien y comprobarás cómo perduran restos de diferentes estilos arquitectónicos y culturas. Podría parecer una metáfora de la historia de la ciudad.
Museos
Si te gustan los museos, Palermo presume de uno muy especial: el Museo Internacional de la Marioneta, con más de 3.000 piezas. Si eres de los que disfrutan recorriendo los mercados, en la capital palermitana deberías adentrarte en el de la Vucciria, entre la Via Roma, Plaza de San Domenico y Corso Vittorio. En algún momento de la ruta, también te proponemos desviarte hasta la Fontana Pretoria, en la plaza del mismo nombre. Es otro de los lugares emblemáticos. Fíjate bien en sus esculturas. Encontrarás criaturas mitológicas, monstruos, tritones, sirenas y las alegorías de los cuatro ríos de Palermo.
Ciudades cercanas
¿Qué te parecería conocer también los alrededores? Con el coche de alquiler lo tienes muy fácil. Te recomendamos conducir hasta la Catacumba de los Capuchinos. Aquí se encuentran los cadáveres de unas 8.000 personas. Se trata de un lugar único. A finales del XVI, el “privilegio” de estar en esta catacumba solo lo tenían solo los monjes capuchinos del convento, pero con el paso del tiempo cualquiera con dinero suficiente podía comprar un hueco donde inmortalizarse.
Monte Pellegrino
Otra opción es subir el Monte Pellegrino y contemplar la ciudad desde las alturas. A sus pies, además, se encuentra el conocido parque afrancesado de la Favorita, un paraje para relajarse y escapar del bullicio. Si te gustan los parques, visita también el Orto Botánico, los Jardines de Villa Napoli y la Pequeña Cuba.
Puesto que estás en la isla de Sicilia, no deberías marcharte sin disfrutar del mar. Tienes muchas playas para elegir, incluso puedes moverte por toda la costa. A apenas 13 kilómetros de Palermo se encuentra la Bahía de Mondello, una playa de arena fina, blanca y de aguas turquesas cristalinas. Y si buscas más tranquilidad, conduce en dirección a Trapani hasta Castellammare del Golfo, un pequeño paraíso a tu alcance.