Una vez llegue a Nantes, le recomendamos visitar un lugar impresionante: el Castillo de los Duques de Bretaña. Aquí se firmó el conocido Edicto de Nantes. Y también debería recorrer la catedrales de San Pedro y de San Pablo, con bóvedas de 40 metros; pasear por el hermoso Jardín Botánico y, por supuesto, explorar el Museo Julio Verne, donde dejar volar su imaginación.
Si alquila un coche en el Aeropuerto Internacional de Nantes, también podrá descubrir los alrededores. De hecho, a pocos kilómetros de la ciudad le espera la costa del Atlántico, llamada “Costa de amor”. Conduciendo a orillas del mar, encontrará desde grandes playas y elegantes balnearios, como Pornichet y La Baule, hasta zonas para toda la familia y pequeños puertos moldeados por el viento.