¿Quién no ha soñado nunca con tomarse una caipirinha al ritmo de samba en alguna de las grandes playas de Brasil? Sin duda, es uno de los destinos obligatorios de cualquier amante de los viajes, pero es un país tan extenso y sorprendente que, además de relajarse en playas como las de Río, es casi obligatorio alquilar un coche en Brasil para recorrer el país de norte a sur. Así, podremos conocer, por ejemplo, las cataratas de Iguazó o la selva amazónica, dos de las siete maravillas naturales del mundo. De hecho, es el único país que puede presumir de contar con dos de ellas dentro de sus fronteras.
Sin duda, la primera parada en nuestro viaje a Brasil es Río de Janeiro. La ciudad del sol, del fútbol y, cómo no, del carnaval; una experiencia única que hay que visitar al menos una vez en la vida. Pero Río es mucho más que samba, y las vistas desde el Cristo Redentor o sus playas, consideradas entre las mejores del mundo, tampoco pueden faltar.
La mejor opción para tu visita es alquilar un coche en Brasil, en la misma ciudad de Río, y desde ahí viajar al sur, a las cataratas de Iguazú, donde nos espera la caída de agua más grande del planeta con tres kilómetros de ancho y 80 metros de altura. Por el contrario, al norte encontraremos el Amazonas, el gran pulmón de La Tierra, donde habitan más de 18.000 especies de animales diferentes.
A la hora de conducir por Brasil, hay que saber que el carnet español tiene plena vigencia durante 180 días pero, una vez se ha cumplido este plazo, se necesita un permiso brasileño. Y tampoco podemos olvidar ciertas normas cuando vamos al volante. Las autoridades prohíben conducir con chancletas o cualquier calzado que se pueda desprender fácilmente y la velocidad máxima permitida en el país es de 110 kilómetros por hora en lugar de los 120 que tenemos en España. Sabiendo esto, le recomendamos bajar la ventanilla, poner música acorde al paisaje y disfrutar…